¿Aún tienes dudas sobre qué verduras te conviene cultivar en tu huerto este otoño-invierno?
El haba es una opción ideal para plantar estos días, ya que crece durante el invierno y ofrece su cosecha a partir del mes de febrero. Esta legumbre-verdura apenas aporta unas 55 kcal por 100 g de porción cruda y prácticamente no tiene grasa. Destaca por su contenido en proteínas vegetales, fibra y vitaminas A y C, además de ser una fuente de potasio.
Si eres amante de la cocina japonesa, seguro que adoras el edamame, ese delicioso aperitivo que los restaurantes nipones suelen ofrecer junto a la sopa miso. Por suerte, nuestra tierra ofrece una verdura que se parece muchísimo, las habas. La comparación con el aperitivo japonés no es casual; ambos alimentos son la versión más fresca y tierna de una legumbre, se presentan en vainas verdes y se pueden comer en crudo o cocinándolas. Las habas tiernas resultan perfectas en las dietas de adelgazamiento porque son muy saciantes pero ligeras, ideales para tomar a modo de picoteo entre horas.
Sobra decir que también son una delicia cuando se guisan con jamón o se cocinan revueltas con huevos, pero engordan un poco más...
BENEFICIOS PARA LA TIERRA
Las raíces de las habas tienen la propiedad de fijar nitrógeno en el suelo. Esto hace que mejore la fertilidad de la tierra, por eso son aconsejables para fortalecer los suelos agotados. Se recomienda plantar habas después de cosechar las hortalizas de verano (especialmente el tomate) porque éstas son muy exigentes y el suelo agradece que el siguiente cultivo sea capaz de devolverle sus nutrientes.
A la hora de plantar habas, debes saber que combinan muy bien con las patatas y el maíz, y también son muy compatibles con las lechugas y la espinaca (las protegen de la desecación y el pulgón negro). Evita, eso sí, plantarlas junto a las coles.
CÓMO CULTIVARLAS
El riego
debe ser moderado y regular de manera que el suelo se mantenga húmedo. Evita los encharcamientos y procura no mojar las hojas ni los tallos para prevenir la aparición de hongos.
Cuando las plantas alcanzan una altura de 80 a 90 cm aproximadamente, hay que hacer el despunte: consiste en cortar la parte superior de la planta (brote joven y muy tierno) para que se acelere el proceso de maduración de las vainas. Además, así se previene la aparición del pulgón negro.
Inicia la cosecha
cuando las vainas vayan engrosando, señal inequívoca de que las habas han engordando y están listas para ser recolectadas. Esto suele suceder cuando alcanzan una longitud de 15 a 20 cm, dependiendo de la variedad que hayamos cultivado.
CÓMO CONSEGUIR SEMILLAS DE HABAS
Si dejamos que se seque la vaina en la mata de habas, obtendremos habas secas que nos pueden servir como semilla para el próximo ciclo de cultivo. Antes de la siembra es conveniente tener las semillas en agua durante 24 horas en remojo, para ablandarlas. Así se adelanta el proceso de germinación.
¿Quieres saber más sobre este delicioso manjar? Acércate a nuestro vivero, te contaremos más sobre el cultivo óptimo de los planteles ecológicos de invierno.
Estas últimas semanas hemos hablado de las opciones más apetecibles para cultivar un huerto en otoño: coles, lechugas, mostaza, son variedades extraordinarias por su suculento sabor y, al mismo tiempo, sorprenden por sus propiedades medicinales. Hoy vamos a centrarnos en la importante tarea de proteger ese huerto...
Una manera sencilla e infalible consiste en plantar capuchina. Su crecimiento y cultivo es fácil y rápido (de hecho suele emplearse para cubrir el suelo del jardín o crear muros verdes) y sus suculentas hojas comestibles aportan un sabor inconfundible a las ensaladas, parecido al del berro. Pero además, se trata de una planta que cuida del resto del huerto: la capuchina no solo es una delicia para el paladar, sino que además ayuda a combatir muchas plagas.
Contra el pulgón
Se utiliza como planta trampa para atraer a ciertos pulgones con el fin de que no ataquen a otras plantas. Por eso es una buena vecina habas, judías, alcachofa y brócoli, pero hay que hay tener cuidado porque también podría suponer un peligro: ¡quita regularmente las flores infectadas!
Contra las orugas de la col
Estos bichitos atacan a todas las crucíferas y también devoran rápidamente las hojas de la capuchina. Así que si la plantas, te ayudará a ponerte en alerta cuando veas que se han comido sus hojas. Debes eliminarlas rápidamente antes de que las orugas proliferen y ataquen a las coles.
Anti babosas y caracoles
Dicen que es una planta repulsiva para algunos tipos de babosas y caracoles. Así que conviene plantarla cerca de las plantas más vulnerables a esos ataques.
Ahuyenta ratones
La capuchina tiene fama de ahuyentar a los ratones camperos; puedes probar si te encuentras con ese problema.
Mosca blanca y hormigas
Es una buena planta para los invernaderos ya que protege a los cultivos de la mosca blanca. También se dice que ahuyenta algunas especies de hormigas.
Anti piojos
Muchas perreras siembran capuchina en las vallas para preservar a los perros de piojos y otros parásitos.
Cómo plantarla : la capuchina se multiplica con facilidad, propagándose sola. La exposición al sol hará que crezca a velocidades vertiginosas porque es una planta de muy rápido desarrollo. Por eso, si la plantas en el huerto te recomendamos que la espacies bien respecto a otros cultivos y controles mucho su crecimiento, y en el jardín deberías sembrarla dejando espacio suficiente para que se extienda ya que de lo contrario invadirá a otras plantas, incluso trepando sobre ellas. También tolera y crece bien en zonas sombreadas, donde es algo más fácil de controlar.
Un riego moderado será suficiente para mantener adecuadamente esta planta en nuestro huerto o jardín.
Usos y propiedades
De la capuchina se aprovecha la mayoría de la planta: flores, hojas y semillas. Sus flores se recogen cuando están completamente abiertas, con un trozo de tallo y de forma escalonada para que duren frescas más tiempo. De esta manera, la planta echará flores nuevas. Las hojas se pueden recoger en cualquier momento, y sus semillas se cogen verdes antes de que la planta las tire.
Entre sus beneficios se encuentran:
¿No tienes claro cómo sacar partido a tu huerto este otoño? ¿Te apetece explorar un plantel multiusos que, además de emplearse en la cocina de temporada, pueda almacenarse para enriquecer la mesa todo el año? Estás de enhorabuena. Todo el mundo sabe que las semillas de mostaza constituyen una especia indispensable en nuestros platos, pero muy poca gente disfruta de sus suculentas hojas con sabor algo picante, ideales para aderezar la carne y el pescado o combinar en la ensalada.
Para colmo, la mostaza nos ofrece un valor añadido innegable: se trata de una planta curativa muy valorada en el mundo de la medicina natural. Este preciado condimento se emplea para tratar picaduras de insectos, aliviar dolores de muelas y curar afecciones como la gripe, la bronquitis, la congestión nasal y los dolores de garganta (en este caso, se recomienda hacer gárgaras con una infusión de semillas). Además contiene propiedades anticancerígenas, y su consumo calma los dolores estomacales y alivia el estreñimiento.
Y aquí llega lo más sorprendente... La mostaza ofrece otros beneficios que seguro desconocías:
Puede parecer extraño, pero esta planta se usa como ingrediente para elaborar numerosas mascarillas que potencian el crecimiento del cabello y le aportan brillo. Para ello, suele combinarse con otros productos como los huevos y el aceite de oliva, de coco o de almendras.
La mostaza destaca por ser una importante aliada contra el dolor muscular y articular, muy especialmente contra los calambres, si la ingerimos triturada. Además, su uso externo es recomendable para reducir el cansancio muscular. Existe la opción de preparar un cataplasma combinando granos de mostaza molidos y agua: aplica la pasta sobre la zona dolorida y cúbrela con un paño.
Eso sí, ¡conviene tener cuidado e ingerirla con moderación! La semilla de mostaza tiene un efecto laxante, por lo que si consumes demasiada podrías experimentar diarreas constantes. De igual manera, la mostaza puede llegar a provocar dolores estomacales si se ingiere en grandes cantidades y de forma constante, pues su alto contenido de sodio puede irritar las paredes del estómago.
Acércate a ELX GARDEN para conocer nuestros planteles ecológicos si vives en Ibiza, esta semana la mostaza roja picante es la estrella del huerto. Te asesoraremos sobre cómo plantarla y cuidarla para su cultivo óptimo.
A la hora de escoger las lechugas de tu huerto, debes saber que conviene combinar varios tipos de hoja en el plato para conseguir un aporte nutricional completo.La recolección se puede hacer de dos maneras, cosechando las hojas exteriores según va creciendo la planta o esperando a que tenga un buen tamaño y llevarte la planta entera.Éstas son algunas de las variedades ecológicas que sembramos en nuestro vivero:
HOJA DE ROBLE VERDE.
Rizadas y tiernas, las hojas de roble verde ofrecen al paladar una textura fresca y delicada, con un sabor muy suave. Tanto si se combina con otras lechugas como si se disfruta sola, el placer está garantizado.
HOJA DE ROBLE ROJA. Esta variedad de roble, también de origen italiano, se caracteriza porque sus hojas muy rizadas son de un intenso color rojo. Además de su buen sabor, esta variedad es muy empleada para la decoración de platos.
LECHUGA MARAVILLA. Esta lechuga con forma de repollo presenta un tamaño grande y tiernas hojas de color verde. Se caracteriza por su rápido desarrollo: de fácil cultivo, es muy rústica y resistente al frío.
LECHUGA TROCADERO
. Las hojas verdes, tiernas y mantecosas son la principal característica de esta densa lechuga de color verde claro. Es una de las variedades más empleadas para la exportación.
LECHUGA ROMANA. La variedad romana tiene el sabor y la textura más tradicional entre las lechugas. Combina con cualquier tipo de ensalada y como base para nuestros platos.
COGOLLOS DE TUDELA. También se llaman mini-romanas porque poseen las características de las lechugas romanas pero su tamaño es mucho menor y sus hojas apretadas, alargadas y con un nervio central ancho. Su sabor es más suave que el de la romana.
ESCAROLA. Con un sabor ligeramente amargo y unas hojas más rizadas que las de la lechuga, la escarola es una variedad de la endivia que presenta unas puntas dentadas y tallos ramificados. Según la Fundación Española de Nutrición, se trata de la verdura más rica en vitaminas como la C y la B, indispensable para las mujeres embarazadas.
LOLLO VERDE.
Esta variedad italiana se enmarca en las lechugas de hojas sueltas. Igual que la rosa, tiene propiedades digestivas y un alto contenido en fibra que ayuda al sistema digestivo. Destaca su presencia en vitaminas como la A y la C, así como en ácido fólico y minerales.
LOLLO ROJO. También de origen italiano, la lollo rojo tiene un color rojizo y un sabor ligeramente amargo. Esta lechuga resulta exquisita combinada con tomates cherry, jamón de pato y un toque de hierbas aromáticas.
¡¡¡Qué aproveche!!
Está demostradísimo que el consumo de este tipo de coles contribuye a tu salud de manera natural:
Estos son solo algunos ejemplos de los muchos beneficios que aportan las coles. En general, el consumo de cualquier alimento rico en fibra o en antioxidantes como la vitamina C está íntimamente relacionado con numerosos beneficios para la salud. Pero en el caso de las variedades de Brassica, también contienen compuestos azufrados excepcionales que previenen el daño celular.
¡Que aproveche!